El Laboratorio de Políticas Educativas (LPE) de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR) presentó un estudio que contiene un impactante dato sobre las universidades públicas. En el informe, se determinó que se triplicó la cantidad de jóvenes de bajos ingresos que asisten al sistema universitario argentino en los últimos 30 años.
Los estudiantes de 18 a 24 años que provienen de familias vulnerables ocupaban un 8,3% del total de la matrícula del país en 1996. Sin embargo, en 2023 pasó a ser el 21,2%.
En tanto, jóvenes de ingresos medios crecieron a un ritmo más moderado (del 25,6% al 37,2%). Por último, la proporción de jóvenes estudiantes con un grupo familiar de clase media-alta o alta descendió de forma notoria hasta llegar en la actualidad, donde representan el 20,3% y 17%, respectivamente.
Se triplicó la cantidad de estudiantes de bajos recursos: los motivos
Desde la casa de estudios, explicaron: “La información sobre el nivel educativo de los progenitores suministrada en los Anuarios Estadísticos indica que la composición de la matrícula de las universidades del Conurbano contiene una porción sensiblemente mayor de primeros universitarios. Como así también de alumnos cuyos padres y madres solo alcanzaron a finalizar la escuela primaria y/o no lograron terminar la secundaria”
Además, agregaron que la “cercanía geográfica” de las personas en relación a los establecimientos posibilita un mayor número de inscriptos. Esto permite reducir costos de transporte y tiempo, posibilitando la dedicación a tareas domésticas y mayor amplitud laboral.