En un paso fundamental hacia una educación más inclusiva, el municipio de Ituzaingó presentó el proyecto “Comunicación Sin Fronteras”, una iniciativa que introducirá la enseñanza de la Lengua de Señas Argentina (LSA) en el nivel inicial de sus jardines de gestión municipal. Esta propuesta, marcada por un profundo compromiso con la diversidad infantil, se perfila como un modelo innovador y pionero en la provincia de Buenos Aires.
La presentación del proyecto tuvo lugar en el Jardín Municipal N°2 Juana Consejero, donde se detalló que el programa se implementará progresivamente en los cinco jardines de infantes bajo la órbita municipal. El éxito del proyecto radicará en el trabajo colaborativo de un equipo multidisciplinario, que incluye docentes, profesionales de la educación especial y especialistas en LSA, junto al inestimable acompañamiento de las familias y toda la comunidad educativa.
La génesis de “Comunicación Sin Fronteras” se encuentra en la implementación de políticas educativas con una perspectiva inclusiva, respaldadas por un diseño curricular que facilita su sistematización pedagógica.
Celeste Politano, directora general de Educación del Municipio, expresó con orgullo la magnitud de este proyecto: “Es un orgullo para Ituzaingó implementar este proyecto, que representa una propuesta innovadora dentro del nivel inicial en la provincia de Buenos Aires, porque no existen, hasta el momento, experiencias sostenidas, que integren la enseñanza de la LSA dentro del área de Prácticas del Lenguaje en jardines de infantes”. Y enfatizó la trascendencia de esta iniciativa: “Estamos ampliando el horizonte de la comunicación, el acceso al conocimiento y la mirada sobre la diversidad en las infancias”.

La metodología de enseñanza de la LSA estará intrínsecamente ligada al juego y a las experiencias cotidianas del jardín. A través de canciones, cuentos y diversas situaciones significativas, los niños incorporarán la LSA de manera lúdica y natural.
Esta práctica temprana no solo fomenta la comunicación alternativa y argumentativa, sino que también potencia cruciales funciones ejecutivas como la atención, la memoria de trabajo, la planificación, la flexibilidad cognitiva y el control inhibitorio. Además, se espera un fortalecimiento de la coordinación motora y la expresión corporal, pilares fundamentales para el desarrollo integral de los más pequeños.
La implementación de este proyecto en los jardines de Ituzaingó no solo apunta a derribar barreras comunicacionales, sino a sembrar desde la primera infancia valores esenciales como el respeto, la empatía y la escucha activa.