Un hombre fue asaltado a punta de pistola en la puerta de su casa en Caseros, cuando salía con su hijo para llevarlo al club. El hecho ocurrió en la calle Arévalo, a plena luz del día, y quedó registrado por una cámara de seguridad. Dos delincuentes armados lo interceptaron cuando subía a su hijo al Citroën C3, lo encañonaron, lo obligaron a bajar del vehículo y escaparon con el auto, dejándolo a pie junto al menor. El hecho generó fuerte conmoción entre los vecinos de la zona.
Días atrás, ocurrió otro hecho delictivo en la localidad. En ese caso, cuatro delincuentes robaron tres vehículos —un Peugeot y dos camionetas— en distintos puntos del distrito durante la tarde del sábado. Las cámaras de seguridad privadas registraron el último robo. La víctima fue interceptada, encañonada y obligada a descender. Para cerrarle el paso, los ladrones usaron los otros dos vehículos robados poco antes.
Luego, llevaron los rodados a “enfriar” a un sector interno del barrio Villa Carlos Gardel, a sólo diez cuadras del último asalto, donde finalmente fueron recuperados por la Policía. “Los dejaron enfriando. Si dentro de un par de días continuaban en el lugar, los vendían en un desarmadero o los utilizaban para cometer otros robos”, aseguraron los vecinos.
Ambos episodios reflejan la creciente inseguridad en Tres de Febrero, donde los hechos violentos se repiten en distintos barrios con escasa respuesta por parte de las fuerzas de seguridad. Vecinos de Caseros, El Palomar y Ciudadela expresaron su preocupación ante lo que describen como zonas liberadas.
La ola delictiva afecta tanto a adultos como a menores, sin distinción de horarios
