Este lunes, la provincia de Buenos Aires vivió una de las jornadas más calurosas del verano, con temperaturas que alcanzaron los 38°C y una sensación térmica aún más agobiante. Bajo el alerta naranja que emitió el Servicio Meteorológico Nacional, la sombra fue uno de los principales aliados, pero el viento norte no dio tregua, dejando una noche insoportable con mínimas de 31°C.
Tras un inicio de semana agotador, este martes 4 de febrero amanecerá con 26°C y un cielo mayormente nublado, dando la bienvenida a un frente frío que llegará desde el sur.
Durante la mañana, se espera inestabilidad y probabilidad de lluvias aisladas, mientras que por la tarde las tormentas serán más frecuentes. La máxima no superará los 31°C, gracias al viento suave del sudoeste que refrescará el ambiente.
Por la noche, el alivio será definitivo, aunque persistirán los vientos fríos y la posibilidad de chaparrones, con una mínima de 26°C.
El pronostico para el resto de la semana:
Las lluvias volverán a ser protagonistas el miércoles, con precipitaciones continuas que podrían incluir tormentas. La temperatura máxima apenas alcanzará los 25°C, lo que llevaría a un día fresco y nublado, ideal para quienes buscan un respiro tras el calor extremo. Hacia la noche, las precipitaciones persistirán y el termómetro descenderá hasta los 22°C.
Para el jueves se espera el regreso del cielo despejado, aunque sin el calor agobiante de jornadas anteriores. La mínima rondará los 18°C, mientras que el viento fresco del sur ayudará a mantener las temperaturas bajo control, con una máxima de 28°C. Ya entrada la noche, el clima se mantendrá agradable, con 25°C y un cielo despejado.
El viernes arrancará con un amanecer de 20°C y un cielo ligeramente nublado, con condiciones estables. Durante la tarde, el viento rotará hacia el este, sumando algo de nubosidad, aunque sin alterar el clima templado. La máxima llegará a los 30°C y la noche cerrará con 26°C, ideal para actividades al aire libre.
De cara al fin de semana, el calor volverá a ganar terreno. Se esperan máximas de 34°C tanto el sábado como el domingo, con cielos mayormente despejados. Aunque no se prevé una nueva ola de calor, el ambiente será típicamente veraniego en la Ciudad y el conurbano.
