En el último viernes del 2024, las Abuelas de Plaza de Mayo celebraron la restitución del nieto 138 en una conferencia de prensa en la ex ESMA, ubicada en Avenida Libertador 8151, CABA. Son así 138 los casos resueltos en estos 47 años de búsqueda inclaudicable de verdad e identidad.
“¡Encontramos un nuevo nieto!”, anunció la entidad en redes sociales, generando un poco de felicidad dentro de tanto mal, marcado por los despidos en la Secretaría de Derechos Humanos y un persistente ataque del gobierno de Javier Milei a las políticas de memoria. Se trata del nieto 138, que recupera su identidad tras ser apropiado durante la dictadura cívico-militar.
Por su parte, la titular de la Asociación, Estela de Carlotto, afirmó que “la verdad siempre sale a la luz”. Además, resaltó que encontrar al nieto 138, hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, ambos militantes de Montoneros y desaparecidos en 1976 “es una muestra de las consecuencias del terrorismo de Estado en el presente y la centralidad de las políticas de Derechos Humanos”.
Carlotto dio a conocer que Pourtalé y Villamayor “fueron vistos en el centro clandestino de detención ESMA, donde probablemente se haya producido el nacimiento del nieto 138”. Y agregó: “Se tienen contabilizados más de 30 nacimientos en este centro clandestino. Pensaban llamar Soledad o Manuel al bebé que esperaban”.
Por su parte, el hermano del nieto 138, Diego Antonio, aseguró: “Estoy embargado por la emoción, sos muy bienvenido”. En ese sentido, agradeció a las Abuelas por su labor y aseguró que “son el orgullo nacional, las adoro”.
La historia del nieto 138
La pareja Pourtalé-Villamayor militaba en Montoneros. A ella la llamaban “La Negra” o “María” y a él también le decían “Ricardo” o “El Negro”.
El 10 de diciembre de 1976, fueron secuestrados en su domicilio de la Ciudad de Buenos Aires, en un operativo perpetrado por personas vestidas de civil, cuando ella estaba embarazada de ocho meses y medio.
La pareja fue vista por última vez en el centro clandestino de detención ESMA, que funcionó en este predio, donde posiblemente se haya producido el nacimiento del nieto 138. Según los familiares, sus padres pensaban llamar Soledad o Manuel al bebé que esperaban.